Por: Eddu Godínez (@eddgz)
 

Comedown Machine es el quinto trabajo de estudio de los neoyorquinos The Strokes que también cuenta con una particular portada, en donde se ve de mayor tamaño el nombre de la disquera (RCA) que el de la banda, también acompañado de una leyenda advirtiendo que el disco dura un poco más de 37 minutos.
El trabajo anterior (Angles, 2011) no fue lo que se esperaba y tal vez el peor trabajo que han entregado, por lo cual hacer un mejor trabajo pudiera considerarse más sencillo esperando un álbum diferente a su antecesor.
 

Comedown Machine tiene eso que conocemos de la banda; once tracks en un trabajo que supera los 30 minutos; letras que nos remiten a alguien;  guitarras rápidas y sonidos melancólicos como en Partners in Crime; solos de guitarra que si bien no pasaran a la historia, son característicos de su sonido; el sintetizador ahora ya conocido en tracks como One Way Trigger. Pero sin duda alguna lo sorpresivo del disco es la voz de Julian Casablancas; ya no como esa parte vocal de cierta manera plana a lo largo de uno de sus primeros discos, esta vez deja asomar una parte melancólica y demasiado suave casi llegando a lo dulce de una melodía como 50/50 o Call it Fate Call it Karma.





















 

Sin duda hablar de The Strokes ya resulta problemático en estos últimos años. Aunque la música de las últimas dos décadas no se puede concebir sin ellos pero en este álbum nos queda claro que ellos se sienten liberados de esa presión. Si bien no es mejorar lo que hicieron en el Angles si es corregir lo que no hicieron en su trabajo anterior. El disco no es malo y pareciera ser la antesala del sonido de la banda que próximamente nos mostraran.